Día 1

Día 1 de su vida sin Ella:

  • El insomnio, el dolor de cabeza y la sensación de angustia eran una mierda.
  • El tener que sonreír y poner buena cara en el trabajo cuando se sentía deshecho por dentro, era una mierda.
  • Decidir hablar sin filtros por un día, y leer que Ella le amaba tanto como él, era una mierda.
  • Evitar escuchar Sus canciones, las que Ella le había dedicado y con las que se había declarado apenas días antes, por miedo a derrumbarse, era una mierda.
  • No tener apetito, no ser capaz de dormitar ni media hora de siesta porque en cuanto cerraba los ojos era Ella lo único que veía, era una mierda.
  • Ir a entrenar casi por obligación, desmotivado y desconcertado, sin ganas de hablar con nadie y sin poder desahogarse, era una mierda.
  • Darse una ducha con el nudo en la garganta, escuchando la antigua lista de canciones tristes, y no ser capaz ni de llorar, era una mierda.
  • Meterse en la cama sabiendo que no iba a dormir por todos los planes e ilusiones que se habían evaporado, era una mierda.
  • Ver que el chat que tenía con Ella ya no estaba entre los primeros en su móvil, y preguntarse si ya al día siguiente volvería aquel pavoroso silencio entre ellos, era una mierda.
  • Sentir la vergüenza y la cobardía de, conociendo Sus sentimientos, no luchar por Ella o rebelarse contra Su decisión, era una mierda.

Todo era una mierda, el mundo entero era una mierda, porque después de aquellos dos últimos meses, la sola idea de volver a una vida sin Ella solo podía ser una mierda.

Día

Nunca pensó que llegaría el día en que se pensaría dos veces subirse al caballo y salir raudo al rescate, que se sentiría tan insatisfecho alimentándose solo de sentimientos nobles y puros.

Pero hasta los caballeros con la más brillante armadura necesitaban una caricia de vez en cuando.

El día había llegado.